De perseguir una ciencia elusiva
Después de más de cinco años, vuelvo. La Biología ha consumido todo lo que en mi vida contaba como juego, pero me ha hecho feliz a su manera. Sin embargo, mientras que en la Literatura encontré todo lo que me daba comodidad, todo lo que me era familiar y me hacía sentir conciente de lo que pensaba que eran mis talentos, la Biología me ha hecho trabajar por cada uno de los logros. A veces pienso que me hubiera gustado empezar al revés. La ciencia toma mucho tiempo y los hitos se hacen esperar. Quizás, si hubiese empezado con Biología, ahora tendría la oportunidad de estudiar Literatura de otra forma. Quizás tendría un trabajo estable y podría ser mi propia mecenas. Pero, también, quizás no. Todo esto es sólo un preámbulo. Entre otras cosas, la Biología me ha empujado a buscar dónde hacerla. Después de muchos años de sentirme en una especie de zona gris, de frontera entre el estar bien y el echar de menos, sin darme cuenta, me había hecho a Madrid. No sé en qué momento sus calles, su ru